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Como actividad económica, el turismo en Chile es pequeño, constituye un tres por ciento del PIB, pero creciente, y muy importante para varias regiones. Les da sustentabilidad económica, genera bastante empleo en restaurantes, hoteles y medios de transporte, y puede contribuir significativamente a mejorar la imagen país, con externalidades positivas para el sector exportador de bienes "no commodities".

IMAGEN PAÍS, TURISMO Y ENERGÍA, POR HERNÁN PASSALACQUA *La campaña en contra de las centrales de Aysén podría tener un impacto negativo en el flujo futuro de turistas no sólo a la zona, sino también a todo el país. Desde que se anunció el proyecto de construcción de las centrales hidroeléctricas en Aisén hemos visto todo tipo de manifestaciones de apoyo y rechazo con diferente solidez argumental y análisis de mediano y largo plazo. Es la historia de los que impulsan el desarrollo para generar mayores oportunidades con incentivos económicos legítimos y quienes quisieran detener la velocidad del mismo sin proponer alternativas. Pero falta una propuesta de crecimiento sustentable donde las confianzas de ambos grupos se encuentren.

Lo que me motiva a escribir esta columna es mi convicción de que la industria vitivinícola está ante una oportunidad de grandes propo rciones si es capaz de integrar adecuadamente su producto, el vino, con el creciente rol que Chile tendrá en el mercado mundial del turismo.

Alicia Lecaros E. Economía y Negocios, El Mercurio Con un plan estratégico adecuado, el sector podría llegar a representar hasta el 8% del PIB dentro de 14 años. Cambios estratégicos en la forma de hacer turismo son los que se requieren para que la industria alcance el estatus que hoy tiene en países como Nueva Zelandia, Australia, Argentina e incluso Perú. Esas son las conclusiones de un estudio elaborado por el Colegio de Ingenieros que detecta dos grandes focos de acción.