
La huida de los hoteleros: más de 50 inmuebles están a la venta
Hoy existe al menos medio centenar de hoteles cuyos dueños ofrecen en venta, una cifra inédita que para muchos queda corta. La exigencia en la homologación de vacunas para la llegada de extranjeros tiene al sector en ascuas.
El reconocido Castillo Rojo Hotel Boutique en Bellavista abrió sus puertas en 2013. Instalado en una casa patrimonial de 1923, en la plaza Camilo Mori, se inauguró como un inmueble de 19 habitaciones orientada al extranjero. “Nos pareció un sitio ideal porque está en medio de un barrio turístico”, decía en ese momento uno de sus dueños, Álvaro Jaime. Ahora está en venta. Según el registro de la firma de gestión inmobiliaria Property Partners, su valor es de 176.390 UF (unos $5.900 millones) por sus 1.053 metros cuadrados. “Que un hotel boutique de este tipo esté disponible responde a los efectos que tuvo la pandemia y estallido social tanto en el comercio como en el rubro hotelera”, interpreta el director de Property Partners, Ferencz Delarze.
El tradicional Torremayor, de Ricardo Lyon, que cuenta con unas 91 habitaciones, está publicado en Colliers por 370.000 UF ($ 12.400 millones), al igual que el Radisson de Curicó, o el Ultramar de Valparaíso, que aparece a 18.000 UF en Sotheby’s Propiedades… y así suma y sigue. En la Asociación de Hoteleros de Chile calculan que existen a los menos 53 hoteles en igual situación a nivel nacional, un dato inédito. Fuentes de la industria aseguran que el número queda corto… serían más de 100.
“Hicieron todo lo humanamente posible para sobrevivir, pero la situación sigue complicada, entonces los dueños han decidido salir a vender”, señala el presidente de los hoteleros y controlador del NOI, Alberto Pirola.
Han sido uno de los rubros más golpeados por la pandemia. Acusan que la principal problemática ha sido la falta de turistas extranjeros, dada las restricciones que aún continúan como la homologación de vacunas. Hoy -estiman- las llegadas de foráneos bordean el 23%, cuando tradicionalmente eran más del 60% de los ocupantes.
“Aportábamos el 3,7% del PIB, hoy día yo creo que no llegamos ni al 1%”, enfatiza Pirola. Y clama: “Ayúdennos, por favor, que nos estamos ahogando”.
El socio director de Engel & Völkers Commercial, Felipe Weil, cuenta que desde 2010 empezaron a surgir una serie de hoteles boutique, sobre todo en las comunas de Santiago y Providencia. Coincidían con empresarios o familias -señala- que querían tener un hobby y replicar instalaciones que habían visto en Europa o EE.UU. “Generalmente tomaban propiedades patrimoniales o propiedades destacadas”, subraya. Todos, altamente dependientes del volumen. El estallido social implicó cerrar las puertas de varios, a la espera de que cediera la crisis social. Cuando en el verano de 2020 comenzaron a repuntar, vino la pandemia. Algunos se reconvirtiendo a residencias sanitarias, lo que les ayudó a pagar los costos, pero tras ello el ingreso volvió a descender. “Si ya costaba sacarles rentabilidad antes de la pandemia, con esto se hizo insostenible”, cuenta Weil. “Ahora prefieren vender”.
Si tradicionalmente Engel & Völkers tenía del orden de 2 a 3 hoteles en venta, hoy superan los diez. En Property Partners tienen una cartera de 30 disponibles.
Si bien el turismo interno ha sostenido la demanda, es el extranjero el que ‘mueve la aguja’, dicen en el sector. El director ejecutivo de Fitzroy, Hernán Passalacqua, lo calcula así: si antes de la pandemia los extranjeros que llegaban eran del orden de 400.000 promedio al mes y gastaban más de US$1.000 cada uno, en estos ocho meses ha sido una media de 90.000; más de 300.000 turistas menos y, por ende, una merma de más de US$300 millones al mes.
Fitzroy hoy mantiene a la venta el The Aubrey Boutique Hotel, en calle Constitución, Providencia. Passalacqua reconoce que ha habido interesados, pero subraya “nadie va a hacer nada hasta el plebiscito”. Tras ello debería venir un mayor movimiento: “El 2022-2023 va a ser un año de transacciones. Mucha gente está cansada, hay agotamiento, entonces creo que va a haber cambios de mano y consolidación de la industria”, pronostica.
Hoy, lugares como el Hotel Windsor, en Victoria Subercaseux, e incluso -dicen fuentes del sector- el reconocido Luciano K, en el Barrio Lastarria, que antaño fuera el rascacielos más alto del país, buscan compradores… ahora, siguen operando porque -coinciden los hoteleros- el gasto que significa mantenerlos cerrados en cuanto a mantención es aún mayor que tenerlos abiertos.
El director de la empresa de asesorías hoteleras, Horetur, Pedro Lewin calcula que los hoteleros empiezan a ganar cuando la ocupación es superior al 60%. Y hoy se está lejos de eso.
Según se lee en el balance de A3 Property Investments -operadores de las marcas Pullman, Novotel, Mercure-, al primer trimestre, la ocupación del sector en Santiago alcanzó el 51% versus 31% de hace un año. La tarifa está 10% más baja que previo a la pandemia.
Los hoteles administrados por el Fondo de Inversión Inversiones Hoteleras de LarrainVial -Sheraton, Ritz-Carlton Santiago, Intercontinental Santiago, Crowne Plaza- tienen una ocupación promedio del 40%. Desde abril de 2021 que el hotel Ritz está en venta.