Mario Pablo Silva: “Si el Gobierno tiene ahora la llave de promoción del turismo, espero que se la juegue por el vino (…) y que prime la cordura”

El dirigente entrega sus primeras definiciones tras ser reelecto. Asegura que el desafío principal para el vino es su promoción, por lo que le preocupa el hecho de que ahora sea el Ejecutivo y no Turismo Chile el que lidere la difusión del país.

Critica ciertas normativas y plantea que un próximo Gobierno deberá cambiar muchas cosas.

El miércoles, el empresario y gerente general de viña Casa Silva, Mario Pablo Silva, fue reelecto como presidente de Vinos de Chile, gremio que agrupa a las principales viñas del país. El sector vivió un inicio de año intenso: nuevamente la vendimia fue menor a lo esperado y el incendio -que azotó al país en verano- le pegó de frente a los pequeños productores de la VI y VII regiones. A ello se sumaron los anuncios de ajustes de costos que han debido hacer varias firmas. Es que hoy, el desafío del titular de la asociación sigue en la línea de dar a conocer el vino chileno en el exterior. Ahora, entre los consumidores y no sólo entre expertos, ítem que se enmarca en una estrategia a 2025 diseñada por el sector. En ese escenario, los golpea la salida de Turismo Chile de la promoción internacional. Si bien, Silva confía en el rol del Gobierno como promotor, reconoce que hay incertidumbre.

En esta entrevista, además, critica ciertas normativas y plantea su preocupación frente al rumbo que ha ido tomando Chile.

¿Qué desafíos enfrentará en esta nueva presidencia?

-El reto grande internacional es posicionar al vino chileno y al país ante el consumidor de vino premium. Chile es reconocido como productor de vinos de alta calidad, pero tiene que avanzar a que el consumidor lo reconozca como tal. A nivel nacional, el desafío es seguir creciendo en el consumo, en lo que ya hay buenas noticias, porque tras haberse estancado, comenzó a subir, y en 2016 terminamos con alza, llegando casi a los 14 litros per capita, la meta es llegar a los 17 litros a 2020. Y lo más importante: el crecimiento se ha dado en los vinos súper finos, a tasas del 25%.

¿Les afecta que Turismo Chile deje la promoción del país?

-Me parece malo que no se hayan terminado de concretar los programas que se venían trabajando hace bastante tiempo. Como Vinos de Chile participábamos en ese proyecto, y sabemos que el aporte que recibimos del Gobierno es súper importante, pero se necesita más para promocionar el vino afuera y llegar a los consumidores, lo que no es barato. Necesitamos una política más de Estado, de largo plazo. Si el Gobierno tiene ahora la llave para promocionar el turismo, espero que se la juegue por el vino. Hay incertidumbre sobre qué camino se tomará. Espero que prime la cordura.

¿Qué tan complejo se ve 2017? Las viñas hablan de ajustes y ya van dos años de vendimia baja.

-Hay que esperar para calificar. Por un lado, tenemos muy buena calidad de vino, lo que debería redundar en que se venda más vino embotellado. Por otro: hay menos vino, y eso afectará los stocks.

¿Hay preocupación?

-Cuando una cosecha es menor a lo esperado, y bajan los stocks, las viñas tienen que hacer mayor esfuerzo para poder vender sus vinos, porque los costos les suben.

¿Cuánto afectaron los incendios?

-Los más perjudicados son los pequeños productores, plantaciones muy antiguas. No hay estimación exacta de las hectáreas quemadas, estamos trabajando para poder identificar y apoyar técnicamente.

¿Cómo dimensionan el efecto Brexit?

-Hay varios efectos que pueden venir, esto tomará tiempo. Chile tiene que prepararse desde la logística, porque lo más probable es que podamos seguir con arancel cero con UK, pero hay que hacer algo para que cuando llegue el primer container a Inglaterra y baje del barco, se detalle ese arancel. Para ello deben estar preparados los computadores de las aduanas, de los barcos que transportan y de los embarcadores. El rol del Gobierno es fundamental en implementar eso, y estaremos detrás de esto.

¿Les complica Trump?

-Chile es un país que no está en la órbita de EEUU, que funcionamos bien, tenemos un buen tratado. Como su foco está en otros países, no nos va a perjudicar tanto.

¿Cómo ven a hoy a China?

-Es un mercado potencial inmenso, cuyos límites aún no conocemos bien. Sí sabemos que vamos creciendo a tasas de dos dígitos y que es increíble. Lo que tenemos que hacer ahora es consolidarnos en forma más permanente, porque tenemos un buen precio promedio, hay que mantenerlo y tirarlo más hacia arriba. Necesitamos consolidar la distribución en China hacia el futuro, hacerla más permanente y generar las confianzas.

¿Qué otros mercados son prioritarios para el vino chileno?

-China, Estados Unidos y Brasil están en primer lugar. De ahí vienen: Canadá, Japón e Inglaterra, que es un mercado que tiene el precio promedio muy bajo, que fue muy importante para Chile, pero que se metió en un espiral de competencia interna inmensa, las cadenas de supermercados y los compradores apretaron los precios hasta morir, y hoy los precios promedios en UK son muy bajos. Pero sigue siendo relevante.

¿Cuáles son las proyecciones para 2017? ¿El precio promedio?

-Queremos crecer. Las proyecciones que hicimos son alrededor de un 6% de crecimiento, la mitad en valor y la mitad en volumen. Y el precio debiera llegar, ojalá a US$29 la caja. En 2016 cerró en US$27,9 y estimo que debiera subir.

¿Será más caro el vino este año?

-Podría subir un poco el precio, pero no tengo tan claro que sea por el efecto de la vendimia, porque el embotellado se mueve por ciclos de ventas. En 2016 hubo una pequeña alza en los precios en Chile por cambio de mix, y probablemente por algún efecto de precio también, porque las viñas están buscando un alza de estos en el mix de productos. El negocio vitivinícola hay que hacerlo rentable.

¿Cuál es la principal dificultad a afrontar para el sector?

-Desde el punto de vista de las exportaciones: el despeje de las incertidumbres que hay en los principales mercados para nosotros, que son EE.UU., Inglaterra y algunos países europeos a raíz de esta situación con el Brexit en UK.

¿E interno? ¿Alguna regulación que les complique?

-A nivel interno el código de aguas es un tema muy relevante, que hemos estado trabajando, porque claramente hoy el agua es un patrimonio fundamental. Hay que hacer buen uso de los recursos, pero que el patrimonio de cada uno el día de mañana -por decisión de una persona – no sea puesto en duda.

Lo otro es la flexibilidad laboral, que es fundamental para nosotros. Muchas veces no hay gente para trabajar, y se necesita flexibilidad, sobre todo cuando vienen períodos complicados. Cuando uno tiene la cosecha, y sabemos que lunes y martes va a llover, y no puedes trabajar ni sábado y domingo porque la ley lo impide, tú dices: ¿en qué país estamos?.

Hay cosas que veo que no sólo la industria del vino, sino Chile como país, necesita para ser un país desarrollado. Y me preocupa esa sensación de no tener conciencia de lo que necesita el país para poder desarrollarse, porque nosotros estamos metidos con las manos en la masa, y eso hay que vivirlo. Es re fácil estar sentado en un sillón y dictar normas si nunca se ha vivido.

¿Hay mayor confianza en un próximo gobierno?

-El próximo gobierno tendrá que cambiar muchas cosas, porque en realidad yo creo que todo ese tipo de ideas se han ido en contra de lo que Chile necesita para el futuro.

¿Cómo está viendo las elecciones de Sofofa? Algunos de sus asociados han dado su apoyo abiertamente a Bernardo Larraín.

-Evaluaremos pronto como Vinos de Chile. La gente que se está postulando a Sofofa es súper capacitada, no veo a nadie que tenga algún tipo de problema, o que no tenga las capacidades para asumir su función. En eso somos súper pragmáticos, lo analizaremos con el directorio y decidiremos pronto.

Fuente: El Pulso