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Editorial Junio: Estado y proyecciones de la pandemia para el sector turismo

En el editorial de mayo fuimos golpeados por las malas cifras de la economía mundial, el rebote de las bolsas, la nueva cuarentena en el Gran Santiago, Chapter 11 de empresas chilenas en Nueva York, planes fiscales, EE.UU. y la EU con curvas de contagios más planas, y Chile con cifras controladas. Sin embargo, el panorama ha cambiado radicalmente durante los últimos 30 días.

En el hemisferio norte, especialmente en aquellos países de la EU con menos casos de Covid-19 y muertes, están intentando tener un verano con movimiento y viajar en el periodo de vacaciones. Por su lado, EE.UU. que aplica un plan más relajado está teniendo malos resultados con la mayor mortalidad del mundo y con el desplazamiento del virus hacia el interior y costa oeste de su territorio. En Oriente, China y Corea sufren una segunda ola de contagios y nuevamente están aplicando medidas de control.

Sin embargo, el foco actual de la pandemia está en Latinoamérica, con Brasil, México, Perú y Chile entre los peores países. Sin duda que la pobreza, el invierno, la economía informal y el poco respeto de las personas hacia la autoridad están agudizando esta situación. Países del mismo hemisferio, como Australia y Nueva Zelandia, que están en una posición de riqueza y desarrollo, ya superaron la pandemia a pesar del invierno.

En cuanto a la performance en el manejo de la crisis sanitaria, aún es muy prematuro evaluar la gestión del gobierno, pero Bloomberg se atrevió a decir que aplicamos acciones de país rico y el diario inglés The Economist publicó que lo estamos haciendo “good” en comparación con todos los países (al mismo nivel que Francia y Portugal).

El panorama mundial de los Viajes y Turismo estará centrado en el resultado del periodo de vacaciones en el hemisferio norte, por lo tanto, tendremos que ver cómo termina a fines de septiembre en la EU, EE.UU. y Japón principalmente. Hoy existe demasiada incertidumbre, a pesar de que los turistas están deseosos de viajar (las cancelaciones siguen siendo más que las reservas, pero hay más búsqueda por viajar a LATAM que en mismo periodo del año anterior a partir de diciembre). Mientras tanto, en estos destinos es muy probable que los viajes sean por tierra, evitando aviones e incluso trenes durante el resto del año.

Por su parte, las aerolíneas, hoteles, cruceros, operadores, parques temáticos, venues, centros de convenciones y casinos están enfocados en estructurar sus pasivos, buscando salvataje de los gobiernos y reduciendo personal; pero a pesar de todo esto, el indicador Dow Jones U.S Travel & Tourism muestra una caída de solo un 20% desde el inicio de la pandemia, cifra que en su momento llegó a un 32%.

Frente a este panorama la WTTC (Consejo Mundial del Viaje y el Turismo) se atrevió a proyectar 3 escenarios para el sector este año: en el peor caso se perderán 200 millones de empleos de un total de 320 millones (10% de la mano de obra mundial) y USD 5,5 billones en gasto, y en el mejor escenario se perderán 100 millones de empleos y USD 2,6 billones en gasto.

En nuestra región el tema se torna más grave por la incertidumbre del transporte aéreo. Actualmente los 2 principales operadores, Avianca y Latam, están en Chapter 11 y los casos dependerán de la negociación en Nueva York con los acreedores, mientras tanto las aerolíneas siguen volando a un 20% de su capacidad normal con reducciones importantes de personal y cortando contratos de leasing de aviones. En cualquier escenario el panorama aéreo tendrá una oferta reducida, menor frecuencia y rutas, y lamentablemente precios más altos en el mediano plazo. Hoy existen buenas opciones para viajar con tarifas muy flexibles de cambio, pero según las encuentras las personas no quieren viajar, y además es voluntarioso porque no depende de las aerolíneas ni los pasajeros, depende del control del virus.

Los gobiernos de los países de la región deben coordinarse para encontrar la forma de salvar a las compañías aéreas, una industria tras las que existe un gran esfuerzo por parte de privados para lograr una región bien conectada y segura. Es estratégico para nuestra economía mantener estas empresas funcionando, la peor señal es el cierre de la operación de Latam en Argentina. En último caso los aviones estarán disponibles, y si una empresa lamentablemente quiebra, habrá alguien que se aventure a hacer una compañía aérea como lo hizo Richard Branson en 1984, cuando creó Virgin Atlantic luego de la quiebra de British Airways.

A nivel local se viene la temporada de nieve, las últimas nevadas dan una luz de esperanza en medio de la peor sequía en 50 años y claro, la pandemia. Es de esperar que el Minsal y los operadores de centros de esquí se pongan de acuerdo en protocolos para funcionar, dado que es una actividad que crea empleos, mueve economías locales desde Los Andes hasta Punta Arenas y genera felicidad entre sus visitantes. Lo que sí es una realidad, es que este año no llegarán brasileros ni otros extranjeros.

El sector inmobiliario está viviendo un período de mucha incertidumbre y existe un alto nivel de estrés que aumentará todo este año entre propietarios, arrendatarios y bancos. Las oficinas, bodegas, retail, multifamily, colegios, universidades, residencias de estudiantes, viviendas, segundas viviendas, centros de eventos y por supuestos los hoteles, sufrirán cambios en sus modelos de negocios; algunos ganarán, otros perderán y muchos se reinventarán, sin embargo, para varios en solo un ciclo negativo.

Un botón de muestra es la encuesta de la revista Fortune a los CEO, donde dicen que no volverán a viajar por negocios en un 50%, y por otro lado vemos que las empresas retomarán con un régimen hibrido de oficinas y demandarán “menos tiempo” en ellas.  Para qué decir la educación, tema en pleno desarrollo. Como consecuencia de todo lo anterior, las cuotas de los fondos inmobiliarios siguen un 20% bajo su valor libro y con pocas transacciones.

Finalmente, podemos esperar volver a viajar dentro de Chile a partir de noviembre con mayor tranquilidad, probablemente más en auto que en avión y a destinos no masivos. La buena noticia para los operadores de turismo es que habrá menos dinero para el consumo, pero estarán todos los chilenos potencialmente viajando en nuestro territorio y de esos casi USD 3 billones al año que dejamos en el extranjero (2019), es posible que una fracción nunca se gaste, pero otra sí se gastará. El lado B es que no habrá extranjeros hasta marzo del 2021 según nuestras estimaciones, salvo que logremos al menos con Argentina un “travel bubble” o “corredor sanitario” donde exista confianza mutua para moverse entre ambos países. Esta medida sería un gran logro para la temporada 20/21, tal como lo están haciendo Nueva Zelandia con Australia.

 

 

 

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