
Mercado hotelero de Santiago
Señor Director:
En relación con la nota publicada el miércoles en “El Mercurio” bajo el título “Dificultades en obtención de permisos y baja ocupación frenan inversiones hoteleras en Santiago”, donde se usa como base el estudio realizado por la empresa Fitzroy, me gustaría señalar lo siguiente. Desde 2010 entraron al mercado más de 50 hoteles con 7.000 habitaciones, doblando la oferta existente. Adicionalmente en 2019 había anuncios por más de 3.500 nuevas habitaciones: prácticamente el 80% se paró y congeló hasta nuevas señales positivas.
El período de inestabilidad partió con el estallido social, la pandemia más extensa que en otros países, los retiros, el período constitucional, el alza de contribuciones, la rigidez laboral, la inestabilidad política, los taxistas del aeropuerto que estafan a los turistas. Esto, dentro de otros temas, ha disminuido el interés en invertir en el sector y no las ocupaciones y tarifas del hotel, como dice un actor del sector.
Por 10 años hemos estado llevando un registro del mercado y podemos decir que su tamaño es mayor al de 2018, tanto en tarifas como en ocupaciones. Como botón de muestra, en 2018 el stock anual de habitaciones era de 4.800.000, y hoy es de 5.800.000, un alza de un 20%. Por otro lado, la tarifa en UF de 2018 fue de 2,2 UF y el año pasado fue de 3,2 UF, es decir, un alza de 45%.
Por su parte en 2024 el aeropuerto recibió 2.300.000 turistas extranjeros y el mejor año (2017) fue de 2.500.000; por lo tanto, el flujo se ha recuperado en forma exitosa y esto es gracias a la calidad de la oferta hotelera, gastronómica, clima, oferta cultural, acceso a la cordillera, viñedos, cercanía al mar y también, últimamente, por lo atractivo del tipo de cambio para los argentinos y brasileños.
Hoy la inversión está congelada no por la ocupación o tarifas, sino por múltiples variables como la legislación laboral, el alto costo de la construcción, la incerteza jurídica de los proyectos, la incertidumbre política, el alto endeudamiento de los hoteles y factores tributarios. Pero en definitiva es la tasa de descuento y el riesgo del negocio que le asigna el mercado lo que tiene paralizada la nueva entrada de hoteles.
Hernán Passalacqua
Fuente: El Mercurio
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