2017:El año en que Valparaiso perdió a los cruceros
Conflicto portuario ocasionó una importante baja en el número de recaladas y visitantes -57% y 67% menos respectivamente- en comparación con el periodo anterior. San Antonio se posicionó así como carta segura por las garantías que EPV no pudo dar a las líneas de trasatlánticos.
Más de 3.000 pasajeros fueron los primeros afectados por una crisis en el rubro portuario que escaló tanto que Valparaíso perdió su posición como puerta de acceso a la industria de cruceros en la zona central.
El miércoles 15 de febrero fue la primera mala señal. Los trabajadores agrupados en la Confederación de Trabajadores Portuarios, impidieron por tres horas el tránsito de turistas entre el Terminal Pacífico Sur, TPS, y el Terminal de Pasajeras de Valparaíso, VII; en protesta por el extenso conflicto del desaforo de las cargas limpias, lo que provocó alta congestión y, claro, la molestia de los viajeros que venían en el “Crown Princess” y el “Costa Luminosa”. Los más afectados fueron los cerca de1.000 cruceristas que, en los casos más extremos, perdieron sus conexiones aéreas.
LA PEOR PROFECÍA
21 días después, el 8 de marzo, ante la posibilidad de que nuevamente los trabajadores portuarios bloquearan las operaciones de los cruceros en Valparaíso, se abrió por primera vez la opción de trasladar la recalada de trasatlánticos al puerto de San Antonio, tornando en consideración que a esa fecha quedaban aún nueve arribos hasta el fin de la temporada.
Esta inquietud fue abordada en la Feria Internacional de Cruceros (Seatrade) que se realizó una semana después en Fort Lauderdale, Estados Unidos. Ahí, la Asociación de Cruceros de Florida y el Caribe (FCCA) una de las másgrandes del mundo -agrupa a una veintena de líneas, entre ella Royal Caiibbean International, Norwegian Quise Line, Camival Cruises Line, MSC Q-uises y la Seabourn, que en su conjunto suman más de 100 naves- hizo llegar una carta a la Empresa Portuaria de Valparaíso, EPV, en la que señaló que “estos sucesos afectan profimdamente la confiabilidad de las líneas de cruceros de poder llevar a cabo sus operaciones de manera segura y eficiente en el puerto de Valparaíso”. Añadió que otro punto “de igual o mayor relevancia se relaciona directamente con la nueva normativa de prioridades adoptada por el terminal TPS de Valparaíso”.
La FCCA remarcó la delicada situación manifestando que “se diferencia en forma extrema con la amistosa manera como las naves de pasajeros eran recibidas en el pasado, en donde por sobre todo, se les ()tomaba como en la mayoría de los puertos del mundo, la primera prioridad de asignación de muelle de atraque”.
Así, el 25 de abril la costanera de San Antonio se repletó de testigos de la llegada del primer crucero que optó por ese puerto y evitar exponerse a los conflictos que podrían afectar las recaladas en Valparaíso. Fue una fiesta en la que hasta los colegios llevaron a los alumnos a ver el trasatlántico
El arribo del “Norwegian Sun”, último de la temporada, marcó un hito. Fue la prueba para demostrar que las instalaciones de Puerto Central -PC- sí estaban capacitadas para recibir a naves que alojan a 1700 pasajeros, entonces San Antonio se pos icionó corno un puerto seguro que ofrecía garantías a la industria.
ESTREPITOSA FUGA
A pesar de que en la fría mañana del 11de agosto, trabajadores portuarios, operadores turísticos, representantes de la hotelería, gastronomía y servicios, junto a la Municipalidad de Valparaiso y EPV firmaron un acuerdo para proteger, promover y potenciara la industria, las agencias encargadas de las líneas de crucero reaccionaron al poco tiempo en forma adversa.
El 9 de julio Aida Cruises, Norwegian Cruise Line, Regent Seven Seas y Oceania Cruises confirmaron que 18 de sus rutas internacionales llegarían a Puerto Central a partir de octubre, inicio de la temporada 20172018. Mientras allá celebraban la oportunidad de abrirse a este mercado, en Valparaíso el sector tuiístico lamentaba la incapacidad de los involucrados en el conflicto de haber resuelto las diferencias antes.
El Zaandam, con bandera de los Países Bajos, inició la temporada al recalar en el muelle del concesionario de PC, operación catalogada como histórica y exitosa, en la que se atendió el desembarco 600 pasajeros, se embarcó 700 y hubo otros 700 más en tránsito. Finalmente van a ser 22 las naves que reciban.
En tanto a Valparaíso, el 31 de octubre llegaron “Le Solear y “Silver Muse” a los sitios 6 y 8 de Terminal Cenos de Valparaíso (TCVAL). En términos globales, con 15 recaladas confirmadas en los Terminales 1 y 2, eso supone una baja en el número de arribos y visitantes -57% y 67% menos respectivamente-en comparación con el periodo anterior. La temporada concluye el 6 de abril con el “Crystal Symphony”, instalándose como la peor en cuanto a llegadas, lo que anticipa un durogolpe para el turismo local.
Nuevo Terminal de Cruceros
El gerente general del VTP, Juan Esteban Bilbao, presentó el pasado jueves 21 de diciembre una propuesta para construir en Valparaíso un muelle dedicado a la industria de los cruceros, la que se une a la iniciativa que lleva adelante EPV y a la de TPS. Tres años (máximo) demoraría en estar lista la estructura para comenzar a operar, y el costo asciende a 30 millones de dólares en una primera etapa, para después aumentar en US$ 7 millones.
Fuente: La Tercera- 31-12-2017