Concha y Toro ingresa a negocio inmobiliario para maximizar valor de activos agrícolas
La superficie, que solo en la Región Metropolitana considera unas 400 hectáreas, contempla predios que están en plena zona urbana producto del avance de la ciudad.
Era un tema que se venía estudiando desde hace un tiempo en la viña debido al paulatino incremento del valor de sus predios, en la medida en que varios de sus terrenos fueron ubicándose en zonas urbanas producto de la expansión de la ciudad.
Ayer, la firma controlada por la familia Guilisasti anunció su ingreso al rubro inmobiliario, complementando su giro vitivinícola principal, con la creación de una filial dedicada a la gestión de esta nueva unidad de negocios que según explicaron en la firma busca capturar el valor oculto que hasta ahora tenían esas superficies. Esto, considerando que el aumento del precio de esos predios hace imposible que el negocio vitivinícola pueda competir en rentabilidad con el negocio inmobiliario.
En todo caso, en la compañía aclararon que la producción de vinos y especialmente de vinos premium seguirá siendo la principal actividad de la empresa, y que en ningún caso está previsto operar como desarrolladores inmobiliarios, sino que Concha y Toro actuará en asociación con empresas del rubro en proyectos específicos que se evaluarán caso a caso, y en donde el aporte de la firma de los Guilisasti serán los mencionados paños con vocación inmobiliaria. No obstante, para liderar esta área, dijeron que están en busca de un ejecutivo con experiencia en el nuevo negocio.
Solo en la Región Metropolitana y en las comunas de Puente Alto, San Bernardo y Buin, los terrenos de la empresa que han ganado valor como destino inmobiliario suman 400 hectáreas. Esta superficie, sin embargo, no considera los viñedos reservados para la producción de vinos de alta calidad en el valle del Maipo, pilar central de las operaciones de la viña. En esta zona la firma posee un total de 880 hectáreas.
Adicionalmente, la empresa cuenta con importantes superficies en terrenos colindantes a desarrollos urbanos con potencial inmobiliario a lo largo del país. Por mencionar algunas plazas, tiene paños en Santa Cruz, Nancagua, Chimbarongo y San Clemente. A su vez, posee instalaciones en Coquimbo, colindantes con Inacap; en Curicó, una bodega en el centro de la ciudad y terrenos en Punta Arenas.
El gerente general de la viña, Eduardo Guilisasti, quien ha liderado esta nueva iniciativa dijo al respecto que «un pilar fundamental en el modelo de negocios de la compañía ha sido la compra de tierras para la plantación de viñedos. Este plan de adquisiciones ha tenido un fuerte impulso en los últimos años, pasando de 6.600 hectáreas en el año dos mil a 17 mil hectáreas en 2016. En el marco de lo que ha sido este plan de compras permanente de terrenos y tras analizar la valorización progresiva que han alcanzado estas hectáreas, hoy damos un paso significativo e ingresamos al negocio inmobiliario para maximizar el valor económico de nuestros activos agrícolas, principalmente los que están localizados en zonas urbanas y rurales de alta plusvalía».
El empresario agregó que «esta es una ampliación y redireccionamiento en el uso de los activos que tiene la Viña, permitiendo elevar la rentabilidad de nuestro negocio vitivinícola».
17 mil hectáreas es la superficie total que posee Concha y Toro a lo largo del país.
10.804 hectáreas plantadas tiene la firma. Es la vitivinícola con mayor superficie plantada en el mundo.
1,36% subieron ayer en la Bolsa de Comercio los títulos de Concha y Toro, finalizando en $1.107,3.
880 hectáreas tiene la viña en la zona del valle del Maipo, donde está el pilar central de sus operaciones.
