El turismo como motor para el crecimiento-Columna Opinión Hernán Passalacqua
Es urgente potenciar a Chile como centro de congresos y convenciones, mejorando la capacidad instalada y su difusión. Igualmente, hay que cuadruplicar el presupuesto de promoción internacional de Chile como destino.
El turismo en Chile crece vigorosamente, generando un positivo impacto económico e impulsando el comercio, la generación de nuevos empleos y la innovación. Para capturar efectivamente esta oportunidad, el nuevo Gobierno de Sebastián Piñera debe impulsar un renovada agenda de políticas públicas.
Actualmente, sólo 12% de los turistas extranjeros visita un parque nacional. Es decir, no están tan interesados en la naturaleza como nuestras autoridades tienden a pensar. Para hacerlos más atractivos, los ministerios de Economía, Agricultura y Bienes Nacionales deben trabajar juntos e impulsar un renovado plan de infraestructura y concesiones. Se debe, además, acelerar las licitaciones y ampliaciones de los aeropuertos de Balmaceda, La Serena, Valdivia y Osorno, y entender que el nuevo plan de inversión de Pudahuel no es suficiente. Igualmente, hay que invertir en la conectividad a los polos turísticos, como los caminos a Farellones y al Cajón del Maipo, y en el acceso a la Carretera Austral.
Dentro de los desafíos del próximo Gobierno está también generar un mecanismo para acelerar proyectos hoteleros congelados en regiones e impulsar nuevas inversiones con apoyo estatal. Es urgente potenciar a Chile como centro de congresos y convenciones, mejorando la capacidad instalada y su difusión. Igualmente, hay que cuadruplicar el presupuesto de promoción internacional de Chile como destino tanto turístico como de negocios.
Estas medidas, algunas de corto y otras de mediano plazo, deberían generar un aumento de turistas de larga distancia a un ritmo mínimo de 10% al año (más de 700.000 turistas al año). No importa tanto el número de turistas, sino que cuándo vienen, cómo viajan, dónde van y cuánto gastan.
*El autor es director ejecutivo Fitzroy Hotels & Real Estate.
Fuente: Pulso, Opinión-28-02